
Fecha tras fecha, como estamos acostumbrados, la MLS se torna más impredecible y la fiesta se anima. Los equipos que están llamados al protagonismo por allí dan alguna pincelada y luego se desploman sin pena, mientras que los menos favorecidos (en los pronósticos), se han vuelto animadores en el despegue. Lo que se mantiene inquebrantable es el número de aficionados en las tribunas pese a la tempranera partida de la prueba y los brutales fríos que se han filtrado sin ninguna invitación.
Se registraron 43 goles en esta cuarta jornada para una media de 3.07 goles por compromiso, y hasta el momento se han marcado 149.
Asistieron a las graderías, para darle la bienvenida a la primavera, un total de 296,206 aficionados, que dejaron en la taquilla un aproximado de 7.5 millones de dólares. La media por partido fue de 21,157 de personas, siendo Atlanta una vez mas la de mayor asistencia y la menor estuvo en la ciudad de Chicago.
A continuación presento, como siempre, un resumen rápido de la jornada dividido por partidos para hacer más sencilla su lectura.
Bofetón para NYCFC
El campeón defensor recibió dos cachetadas durante la semana. Primero fue el Comunicaciones de Guatemala que lo sacudió feo en el Mateo Flores y por poco los despacha de la Conca Champions. Si no hubiera sido por el gol de Telles Magno (que les daba el dos por uno transitorio), hubieran regresado a casa con la cola entre las patas tras haber pecado de sobrados.
El segundo sacudón se lo propinó Philadelphia en el horrible estadio de los Yankees (espectacular casa del béisbol, pero no para el soccer). Los visitantes liquidaron el partido en los primeros 30 minutos con goles de Alejandro Bedoya y el húngaro Daniel Gazdaz. Luego, con soltura, manejaron el resultado y desesperaron al rival.
Hubo situaciones de NYCFC que pudieron darle in giro distinto a la historia, pero ninguno de sus goleadores estuvo fino y desperdiciaron lo poco que se produjo.
Lo bueno
Ver a un equipo como el visitante que se mantiene sólido. Es, desde hace tres años, un colectivo serio, ordenado y trabajado con propiedad. De la mano del joven estratega Jim Curtin, sus pupilos han crecido en todos los aspectos y sin tener una nómina descollante o llena de muchas figuras, rinde más por lo colectivo que por lo individual.

Lo feo
El arbitraje de Ted Unkel. El árbitro de 44 años tuvo una decisión acertada en el primer tiempo donde anuló un penal que no ameritaba discusión, pero que se produce de manera irregular. El uruguayo Sebastián Rodríguez, que fue el afectado, primero dominó la pelota con el antebrazo antes de recibir la falta del inglés Jack Elliot quien había sido expulsado. Se revierte la decisión y todos a jugar.
El error, y la falta de autoridad del réferi, se da en una refriega sin sentido que inicia el argentino Valentín Castellanos, quien quiere arrebatarle un balón controlado por el meta jamaiquino Blake. La situación fue creciendo entre empujones e insultos, hasta que algunos jugadores agredieron de manera directa. Tal vez el central no los vio, pero fue todo tan claro que para eso está el VAR. De hecho, es una de las razones por las cuales se implementó este dispositivo.
En la acción no solo Blake y Castellanos debieron ser amonestados, como efectivamente sucedió, sino que Bedoya y otros asociados debieron recibir el mismo castigo y hasta la expulsión. Es probable que el comité disciplinario revise la situación y tome medidas al respecto, pues este tipo de confrontaciones están prohibidas por la liga.
Ahora, una cosa que molesta es que la MLS siempre, en un intento sin sentido, quiere evitar este tipo de situaciones de los resúmenes de video, como si al hacerlo pudiera borrar de la memoria las tonterías que los jugadores cometen. Porque es claro que si Castellanos cree que esto es lo que queremos ver, esté muy equivocado. Aquí en las gradas se espera fútbol y no provocaciones propias de aquellos barriales en cualquier pueblo de Latinoamérica.

El “Tiburón Vazquez” no perdona
Inter Miami no gusta y no asusta. El equipo de Phil Neville tiene una efectividad del 8.3%. Pese a que apenas es el arranque y tal vez muchos no quieran hacer eco por lo prematuro, vale la pena recordar que lo mismo sucedió el año pasado y al final no les alcanza el esfuerzo para premiar a una afición que nos los abandona, pero que está molesta (hoy el equipo es el peor de todos)
A las “panteras rosas” les marcan un gol cada 36 minutos y tiene el potencial de anotar uno cada 180′. No ha ganado un solo partido y transita por la misma ruta del 2021 donde, después de 34 jornadas, mantuvo un 40% de efectividad con 36 GF y 53 GC y una diferencia de -17. El problema tiene nombre propio, pero al parecer la amistad entre el estratega Phil Neville y Beckham es más fuerte, pero no puede ignorar a la gente. No debe olvidar que ya esa ciudad quedó marcada por haber permitido que las tribunas se fueran enfriando hasta que el Fusion se extinguió de la primera división.
Lo bueno
En esta ocasión Cincinnati, que no comulgaba mucho con la victoria, viene de recoger 6 puntos contra los representantes de la Florida y marcha en la octava casilla. Como si fuera poco el mismo jugador, Brandon Vazquez, les propinó de a dos puñaladas certeras y se convirtió en el protagonista directo. Ante Orlando de visitantes y en esta ocasión de locales en el TQL y 20 mil aficionados que hoy, más que nunca, están encantados.
Lo feo
Que una ciudad como Miami, tan fría en materia deportiva (así lo confirman las otras franquicias profesionales), de pronto se haya dado a la tarea de respaldar al Inter y sigan, tres años después, viendo una escuadra que no tiene espíritu y que al parecer refleja lo que se mueve en las entrañas del club.
Al fin Toronto recupera la memoria
En el BMO Field, más de 20 mil aficionados se apostaron en las graderías para ver qué pasaba con su equipo. Un equipo del que se espera más, que arrancó sin principio ni fin pero que esta vez pudo sumar su primera victoria.
Alejandro Pozuela y Jonathan Osorio marcaron para Toronto y descargaron un poco el estrés de estar en el sótano.
Lo bueno
Ver al colectivo de Bob Bradley crecer pese al resultado adverso. También vale mencionar los dos goles, pero en especial el de Osorio que se concreta desde una posición muy difícil cuando el canadiense se barre sobre el segundo palo para contactar el esférico servido desde la izquierda.

Orlando cerró todas las puertas
En el Dignity Health Sports Park, de Carson, California, las cosas no salieron como esperaban. El Chícharo y su corte fueron incapaces de romper un cerrojo defensivo bien montado por Orlando City, liderado por el brasileño Antonio Carlos, que encontró en los botines de Facundo Torres no solo su primer gol con el onceno púrpura, sino el único del compromiso y muy temprano (era el minuto 9).
El equipo de Oscar Pareja es el tercer equipo con mayores partidos sin que le anoten, siendo el peruano Pedro Gallese su principal artífice.
Lo malo
Para el equipo de la visita no fue fácil controlar un equipo que dominó ampliamente según se recoge de los expertos. Generó opciones para empatar y ganar, pero no tuvo puntería (las estadísticas son contundentes).
Tampoco se puede aplaudir el exagerado esquema defensivo de los leones, quienes de felinos no tenían sino el sustantivo. Por lo demás estuvieron muy flojos en sus intenciones de mostrar los dientes pero con recursos válidos mantuvieron su puerta en cero.
Lo feo
El hecho de que jugadores de talla como Javier Hernández y Douglas Costa no hayan pesado para nada. Son ellos los que deben cargar con la responsabilidad, pero esta vez no trascendieron en sus roles.
Es bueno reseñar que Orlando pierde a Facundo Torres, Gallese y Méndez (que estuvieron entre los de mejor rendimiento), para el próximo partido ante Portland, aunque es claro que el cuadro verde también llega tocado.

El peso de la inexperiencia
Podrán decir lo que quieran, pero el equipo de Montreal debe mirarse con una óptica más fría. Es un grupo muy joven, donde 21 de los 30 elementos de la plantilla están por debajo de los 23 años. Hay chicos de tan solo 18 y 19, es decir todo un “jardín infantil”.
Sin embargo, pese a esto y después de luchar en la Conca Champions con algunos pasajes de buen fútbol, pero con una dolencia enorme de experiencia, frente a Atlanta sucedió lo mismo. Ganaban cómodamente al remate de la primera fracción1x3 de visitantes, pero en la complementaria les fallaron los cálculos, los relevos y en los últimos diez minutos lo impensado se produjo.
Lo bueno
Ver a un equipo como Montreal iniciando un proceso con jugadores que invitan a soñar es positivo en todos los aspectos. No se puede desconocer la labor del técnico francés Wilfred Nancy y el apoyo de una afición que será fundamental en este ciclo.
El partido resultó sumamente agradable y con goles de muy buena factura. Joseph Martínez abrió la cuenta demostrando que es fulminante cuando le dan un centímetro de ventaja. Luego llegaría la paridad con una salida rápida y bien coordinada desde el fondo, con doble equivocación en entrega del local, donde Djordje Mihailovic le movió el dedo meñique a Duzan y lo dejó loco. Definió a placer, solo, tras un brillante paso de Ismael Koné (qué jugador este muchacho).
Más tarde el mismo Koné y Quioto ampliaron la ventaja. El marfileño con un buen gol que definió de frente a la portería, en el área chica, terminando la acción que él mismo inició desde la mitad. El hondureño puso el tercero a través de tiro penal tras una falta clara sobre Kone.
Lo malo
La falta de recursos para manejar un resultado favorable. Con los cambios Wilfred, en vez de fortalecer la tenencia del esférico, la entregó sin reparos y terminó viendo como se le iban tres puntos de las manos (especialmente con la salida de Koné y Mihailovic).
Thiago Almada marcó su primer golazo con un remate fuera del área tras un tiro de esquina. Enganche a dentro para sacar un rival y, cayéndose, un potente derechazo que se filtró al ángulo superior izquierdo.
El gol del empate, a falta de segundos para terminar, también fue una potente ejecución de Brooks Lennon de tiro libro, pero la pelota entra porque el arquero, Sebastián Breza, aportó su cuota para que esto sucediera tras una mala ubicación y una reacción tardía.
Lo feo
Una falta descalificadora del veterano Dan Dwyer sobre el argentino Joaquín Torres. El veterano goleador, que recién ingresaba, duró en la cancha un par de minutos y dejó a su equipo con diez hombres y con dos goles abajo. Irresponsable por donde se mire porque la infracción, lejos de ser accidental, fue premeditada.

Chicago sopla distinto
La victoria de Chicago 3 por 1 no es cualquier cosa. Le ganó a uno de los equipos más veteranos del torneo, con jugadores curtidos y con una nómina llamada al protagonismo. Sin embargo, desde que Ezra Hendrickson asumió el cargo, las cosas han empezado a tener un tinte diferente para el conjunto de la “capital de los vientos”. El equipo, que hasta el año pasado daba tumbos, ahora luce serio, aplomado y con mucho oficio. Por eso sigue invicto y sacando resultados importantes como el de este fin de semana.
Sporting Kansas City, por su parte, va de capa caída. Solo ha ganado un partido, tienes tres derrotas, dos de ellas al hilo, y marcha muy abajo en el acumulado. Lo peor del asunto es que no juega bien y eso extraña porque grandes retoques no se hicieron y la temporada anterior siempre estuvo volando alto, jugando bien y con ganas de ser campeón que es lo único que todavía no han perdido, pero por lo demás están muy alejados de lo que estamos acostumbrados a ver.
Lo bueno
La presencia de un jugador como el suizo Xherdan Shaqiri, quien no solo marcó su primer gol en el torneo, sino que se ha convertido en referente total de Chicago. Es el eje central, el jugador que se muestra e impone el ritmo. Hasta el momento están felices con su llegada.
También se destaca el doblete de Kacper Przybylko quien apenas empieza a cumplir con su función desde que se mudó de Filadelfia. El polaco-alemán brindó su primer doblete de la joven temporada y se robó los aplausos del respetable.
Lo malo
El pobre rendimiento del onceno de Peter Vermes. No ha podido darse un encuentro donde resuelva todas las dudas. Ni siquiera el veterano arquero Tim Melia, quien es considerado uno de los mejores, a podido ser prenda de garantía. La afición y la prensa reclaman un mejor desempeño.

Alegría total en Carolina
Por fin le llegó la victoria al equipo de Miguel Ángel Ramírez y no pudo ser más agradable que haberlo hecho en casa, antes más de 25 mil seguidores que deliraron no solo porque se ganó, sino porque lo hizo un equipo con autoridad, que va creciendo y con la aparición del hombre gol, un polaco de piernas flacas que contrataron para eso.
También les llenó de orgullo que doblegaron, nada más y nada menos, que a uno de los equipos fundadores de la liga, de los históricos y al técnico más ganador que sumó su segundo revés en menos de siete días.
Lo bueno
La fiesta total, el delirio y las palabras de un técnico muy conmovido que ahora entiende qué es la MLS. Una liga donde la pasión se vive por la entrega, capítulo a capítulo, como saboreando una taza de café bien suave o amargo, pero apropiado para el deleite.
Ahora el español sabe que aquí la en entrega va por encima de todo, que el americano y su cultura valora la lucha, el esfuerzo, que le gusta ganar, pero no descalifica al que se pelea sin rendirse. Por eso en Miami están que lloran, porque ese equipo da grima.
Los goles de un polaco famélico, de piernas delgadas pero que lucha todo y se muestra sin arrugarse ante defensores de mayor envergadura, justifican su esfuerzo. Karol Swiderski hizo dos goles y los anotó con convicción, sin pena, con rabia y potencia. El tercero, el del broche dorado, lo anidó Benjamin Bender, un muchacho de 21 con ganas de ser figura.
Lo malo
La mala racha de los revolucionarios. En cuatro fechas llevan el 50% de todas las derrotas el año pasado, donde solo encajaron 4. El equipo no juega bien y solo por momentos parece tener chispazos del temible conjunto del 2021. Es cuestión de un sacudón, de recuperar la memoria, de encontrar la bujía adecuada para que toda la maquinaria prenda de nuevo porque el ensamblaje sigue ahí.
El Ferrari Ferreira
En Fisco, Texas, Dallas siguió su camino ascendente y les pegó cuatro taponazos a los leñadores de Portland. El equipo de Savarese intentó parecer menos, pero no pudo ante un local agrandado en el estadio Toyota y con un joven delantero que de un momento a otro se cotizó, empezó a cobrar como designado y con su olfato demostró porqué su valía. Jesús Ferreira, jugando como un falso nueve, apareció en cada una de sus conquistas como una exhalación, acompañado de una gran frialdad. Siempre supo donde estar, en el momento adecuado, por eso fue letal.
Lo bueno
Ese equipo del venezolano Savarese. Pese a ir perdiendo nunca se da por vencido lo cual ayuda al espectáculo.
Los excelentes reflejos del joven guardameta Maarten Paes también deben ser mencionados. En tres o cuatro ocasiones este chico, de 23 años y llegado de los Países Bajos, evitó que el visitante hiciera la tarea.
El récord-man de la liga, el seleccionado Paul Arriola, también vio portería y empezó a escribir la historia con un equipo que lo abrigó como el jugador nacional por el que se haya pagado más dinero en una trasferencia dentro de la liga.

Otro menos para San José
En el Alianza Field de Minnesota, el conjunto de Adrián Heat solo necesitó de un gol para sumar completo. Con el gol del paraguayo Luis Amarilla, recién arrancando el partido, fue suficiente para sumar una nueva derrota en el historial de Matías Almeyda y su grupo que estuvo de paso por el Este y no le pudo ganar ni a Red Bull, Filadelfia o Columbus (empató a 3). Y ahora que llegó a su división tampoco supera la extensa mala racha.
Lo bueno
Un equipo divertido como Minnesota. Durante todo el compromiso, pese a no ser el dueño absoluto del esférico, fue el onceno más incisivo en ataque. Con su accionar convirtió al joven meta JT Marcinkowski en serio protagonista. Ese muchacho paró unos balones que estaban rancios y parecían con sello de gol.
Lo malo
Lo hemos insistido: la MLS no es una liga para esos equipos que proponen tanto toque-toque como se hace en Suramérica. Esta es una competición muy veloz, de bastante fuerza y una amplia condición física. El equipo de Matías Almeyda siempre es el dueño de la pelota, es el que más la tiene, pero no sabe qué hacer con ella. En el resto de los apartados es el que menos ataca, al que más le rematan y hoy tiene una diferencia de -5 en el acumulado. Le han anidado 9 goles en cuatro partidos y eso es el reflejo de que algo no está funcionando.
Real Salt Lake estuvo afortunado
El equipo de Pablo Mastroeni empezó ganando a los dos minutos. Se produce el primer tiro de esquina que cobra Justin Meram y la pelota se va adentro tras el remate de Bobby Wood. Se quedó en la marca el conjunto canario, algo que llama la atención por tener una alta disciplina en este tipo de situaciones.
Poco más de 20 minutos después, el defensor nacional Zimmerman, tras un tiro libre impecablemente ejecutado por Mukhtar, la mete con un remate diáfano y certero con la frente, devolviendo la ofensa inicial.
El definitivo gol se marca por una imprecisión de una defensa que se cierra sin sentido ante un centro desde la derecha y recoge el regalo, en el palo opuesto, el joven atacante Tate Schmmit quien no duda en clavar un zurdazo contundente.
Lo bueno
La presencia de la árbitra Mary Victory Penso, una joven mujer nacida en Stuart, Florida, y especializada en mercadeo digital, quien dirigió con altura un partido donde por momentos las fricciones se hicieron presente. Ni siquiera cuando tuvo que expulsar le faltó carácter.
Lo feo
Se produce al remate del partido cuando en la esquina nororiental se tiene que ir Dax McCarty. Un veterano nacido en Orlando, viejo de jugar y sale con una estupidez que siempre le hacen daño al deporte. Le pega en el piso al joven jugador Bode Davis quien tenía el balón en procura de agotar los segundos existentes. Ya en el suelo, tras un empujón, McCarty le mete un taconazo en la panza que afortunadamente el auxiliar vio y el VAR analizó, produciéndose la roja inmediata. Ojalá que tenga una sanción ejemplar.

Red Bull no pudo con Columbus
En un muy buen partido, pese a que no hubo muchos goles, NJ Red Bull y Columbus Crew igualaron a uno. El duelo tuvo momentos intensos, de mucha marca, fue vertiginoso y con opciones repartidas. Para los aficionados presentes en Red Bull Arena fue una razón más para creer que su equipo está para dar la pelea de manera regular a lo largo de la joven temporada.
Los goles se vieron en el remate del compromiso a través de Tom Borlow, un elemento de recambio con un gol sucio pero válido después de un tiro de esquina. Y la paridad llegó en la reposición gracias al volante liberiano Darlington Nagbe casi expirando el minuto 94, después de una buna maniobra por derecha de Moreira, aunque el remate fue flojito pero suficiente.
Lo bueno
El trabajo táctico de ambos conjuntos además de la alta concentración y el gran esfuerzo físico para mantener al rival a raya. Es de esos partidos donde se confirma que la MLS tiene un buen progreso en esta materia sin renunciar al espectáculo para los espectadores. Por eso se debe aplaudir el trabajo de Gerhard Struber, por los toros, y Caleb Porter por los operarios.
Lo malo
La manera como algunos jugadores desperdician jugadas que, de no ser por su falta de recursos, hubieran sido excelentes anotaciones. Es el ejemplo de Zardes que erró un remate que solo debía cruzar y nunca pudo acomodarse para hacerlo cuando nace de una jugada colectiva brillante.
O que tal la descolgada de 50 metros de Derrick Etienne quien falla de frente al arquero cuando este la desvía ligeramente hacia la izquierda, y ganando de nuevo la posición le mete un puntillazo que pasa frente a la línea de meta por no tener la dirección adecuada. Es una jugada muy rápida, pero un buen definidor no la falla.
Y vale mencionar, entre las cosas malas, la lesión de Lucas Zelarayán. El brillante jugador argentino salió asistido después de una falta donde no afecta tanto el contacto con el rival, como si la caída de la rodilla sobre la grama. Ahora se espera saber cuál es el parte médico. Por el momento no pudo viajar a Europa para integrarse a su selección y participar de una serie de amistosos.

En Austin no para la fiesta
En la tacita ecológica de Austin el cuadro local, otra vez con el número mágico de 20,738 aficionados (casa llena en serie durante 20 partidos), se jugó un duelo de tu a tu contra el encopetado Seattle Sounders que, de los grandes, fue el único que por lo menos no perdió.
El uno por uno, al final, se torna justo si es que existe justicia en el fútbol, en especial porque cuando fue superior, el onceno de Brian Schmetzer no supo dar la estocada final.
La visita abre con gol del espigado, veterano y por momentos torpe delantero americano Will Bruin, tras un servicio de Christian Roldán (el gol fue de carambola como se dice popularmente).
La locura la desató Diego Fagundez tras acertar con una pelota que flotaba en el área después de un par de rebotes y cien mil piernas bloqueando el camino cuando el reloj rayaba los 69 minutos.
Lo malo
Ver a un arquero como Stefan Cleveland quien el año pasado perdió su titularidad por bajo rendimiento, y en el primer partido de esta temporada comete errores que obligan a entender por qué solo puede ser emergente. Tiene unos fallos terribles para ser el oficial.