Despegó la era de Oscar Pareja con Orlando Soccer y empezó cediendo puntos en casa, como ha sucedido con todos sus antecesores (pese a que el equipo no ha perdido en ningún debut de temporada). El empate a cero, frente a un timorato Real Salt Lake, no dejó un sabor agradable entre los mas de 25 mil aficionados que se dieron cita al estadio Exploria, y ese es el temor que reina entre quienes llenan las graderías a cada encuentro. Por eso es bueno advertirles a todos, incluyendo a Pareja, que son estos fieles seguidores los que están cansados de tantas promesas y pocos resultados y han puesto a todos en posición de jaque: o mejoran en todo y logran llegar a los juegos de postemporada, donde cualquier cosa puede pasar, o prepárense para jugar con una casa vacía.
Sin embargo, para ser claros, este ha sido el inicio de campeonato más promisorio de todos, si bien el primer juego del año pasado no dejó un mal sabor, aunque con el transcurrir de los meses quedó en evidencia que el conjunto púrpura seguía adoleciendo de los mismos males dentro de la cancha y fuera de ella (jugadores y banco técnico).
Esta temporada es distinta o al menos así esperamos. Primero, porque hay un técnico capaz, serio y con un estilo definido (no inventa partido tras partido como los anteriores). Segundo, porqué Pareja sabe que los equipos se conforman de atrás hacia adelante y en eso está enfocado. Ha reunido, para asegurar la defensa, a dos volantes de marca rápidos y precisos (Junior Orso y Sebastián Méndez), quienes arrancaron con pie firme y pisando fuerte. Desde esta zona inicia la labor de contención, siempre procurando que el equipo se pare bien delante de su portería.
Como pareja de centrales tiene ahora a un espigado brasileño llamado Antonio Carlos. El central carioca tiene porte, es fino y sereno (también puede jugar de centro delantero) y en el debut se mostró sobrio. Junto a él se mantiene el aguerrido “Picapiedra” de Robin Jansson quien, a pesar de ser tan zurdo y limitado técnicamente, tiene un pundonor enorme que le permite pelear todo, siendo su mayor virtud el juego aéreo.
Por los laterales se mostraron una vez más los cariocas Ruan (derecha) y Joao Moutinho (izquierda). El primero nuevamente es fórmula de salida con sus veloces proyecciones por el callejón, poniendo siempre en aprietos al rival (pese a ser apresurado en la entrega o definición), mientras que el segundo es rico técnicamente, claro en la entrega, se asocia bien, pero le duele regresar a su zona con prontitud cuando está jugado en ataque. Será por eso que Pareja lo limitó más en sus salidas que a Ruan en este nuevo arranque. Con estas seis fichas que he mencionado hasta el momento, queda en evidencia que casi todo el trabajo de contención por zonas es de dominio brasileño, sin obviar que la portería ahora tiene como dueño al estelar peruano Pedro Gallese quien está llamado a ser uno de los mejores de la MLS por su capacidad. Hasta aquí todo parece que pinta bien y ojalá sea así porque la defensa siempre ha sido el “talón de Aquiles” de este equipo que goza de una afición hermosa.
Entendiendo que el portugués Nani será inamovible por todo lo que representa, junto a él estará un veterano charrúa como Mauricio Pereyra. El ex Krasnodar ruso, tiene la capacidad y talento para asociarse con claridad y pasar con exactitud. Como volante ofensivo no necesita marcar muchos goles, pero si tener el talento de generarlos y eso parece que le sobra. El problema, porque lo es, radica en que junto a Nani el equipo pierde en marca pues ninguno de los dos hace mucho por pelear el balón (mas bien lo saben proteger), por lo que un tercer volante se hace necesario cuando jueguen juntos. En esta posición de apoyo cae bien un delantero como Chris Mueller quien es aguerrido o el floridano Benji Michael. Por estar juntos en el primer partido fue que Orlando se vio muy sólido en la mitad, pero con la llegada de Nani hay un sector que se debilita y requiere de alguien con vocación ofensiva y sacrificio. Mueller, en este caso, sería nuestro favorito no solo por su juventud, sino porque tiene mejor definición, no se “arruga” y se mueve bien entre líneas.
Como único delantero, porque esa parece ser la propuesta de Pareja, quedará Tesho Akindele (quien no brilló en el arranque), o el peligroso Dom Dwyer a quien siempre he visto como un definidor letal que no ha tenido la suerte de contar con un grupo que genere volumen ofensivo desde que está en el equipo.
Hablar de los emergentes será importante en la medida que vayan corriendo los partidos y se puedan mostrar. Por el momento solo me queda la impresión de que Orlando City, por primera vez, tiene un equipo en función de todos. Aquí, con Pareja, no hay espacio para las grandes figuras. En el partido de apertura 2020, pese a que no ganó, es la primera vez que el rival no se acerca y le duele generar. Cuando lo hizo fue muy poco el apremio que causó. Creo, siendo aventurado, que si se logra mejorar en definición esta vez la postemporada está mas clara como nunca antes, porque Oscar Pareja trabaja con seriedad en conformar un equipo a su estilo y bien parejo en todas sus líneas, es decir con “pocos caciques y muchos indios”.