
Finalmente se conoció la lista oficial de salarios de la MLS en la presente temporada, algo que no ocurre en muchas ligas del mundo vaya uno a saber por qué, sin que necesariamente las cifras revelen la realidad de lo que los clubes pagan por conceptos de salarios, pues existen otros apartados que hacen que el monto total sea un poco más complicado de definir con exactitud.
Después de revisar la lista presentada por el sindicato de jugadores MLSPA, se desprende que el jugador mejor pagado es el sueco Xherdan Shaqiri con una cifra de 8.1 millones de dólares durante este año. La cifra es, por un poco más de dos millones, superior a lo que recibe el mexicano Javier Hernández en el Galaxy de los Ángeles.
Claro que este rótulo de ser “el mejor pagado” no durará mucho una vez arribe el italiano Lorenzo Insigne en un par de meses, quien rondará los 15 millones por temporada con Toronto, de acuerdo con cómo lo notificó en su momento matutino El Atlético.

En comparación a la temporada anterior, este año hay 13 jugadores más que superan la cifra del millón de dólares. El año pasado el guarismo rayaba los 78 y este se incrementó a 91.
La lista de los millonarios de la MLS la completan jugadores como el delantero de Inter Miami, Gonzalo Higuain, quien está rondando los $5.79 millones de dólares garantizados. A él se le suma el volante español Alejandro Pozuelo, pieza clave en Toronto con $4.69 millones, o el delantero emergente de New England Jozy Altidore con $4.26 millones. Salvo el ibérico, los delanteros netos están en deuda con relación al salario que devengan como si fueran lo máximo que tiene el campeonato. En esta la lista también figuran otros elemento importantes como el venezolano Josef Martínez quien está recuperándose en Atlanta, el cual recibe cerca de $4.14 millones, o el mexicano Carlos Vela que renovó hasta el verano del 2023, el cual fijó su presencia por 4.05 millones por temporada.
De acuerdo con el mismo reporte de la MLSPA, el promedio salarial este año está cercano a los 480 mil dólares, lo que representa un incremento con respecto a la temporada anterior de casi un 15%, ya que la media estaba en 415 mil.
Pese a la existente complejidad para deducir las compensaciones de manera precisa, se puede establecer que equipos como Atlanta, LA Galaxy e Inter de Miami, son los primeros tres clubes, en su orden, que tienen las plantillas más costosas. Atlanta ronda cerca de 21.5 millones en salarios, el cuadro angelino esta promediando un poco más de 20 millones y Miami alrededor de los 17.5 millones. Cierran esta lista de los conjuntos con plantillas más costosas, Nueva Inglaterra y Chicago.

Seattle y New York, que están en la línea de los buenos equipos, tienen jugadores ligeramente más económicos. El cuadro de Sounders ronda los 16.5 millones, mientras que el monarca está cerca a los 15.5 millones. Dallas y Toronto también marchan por el mismo sendero, aunque la llegada de Insigne cambiará todo el panorama cuando llegue el momento. Ahora, para cerrar, y como contraste, uno de los principales animadores de la liga, de los equipos que más quiere la afición latina, como lo es de los Timbers de Portland, aparece como una de las divisas con nómina más baja, la cual supera ligeramente los 11 millones de dólares. Charlotte, recién aparecido en competencia, y Real Salt Lake, son los cuadros de menor inversión en la conformación de la plantilla, con cifras que se mantienen cerca a los 10.7 y 10.4 millones de dólares respectivamente (sí, Salt Lake es el último entre los 28 clubes).
Si bien los salarios todavía no se equiparan con los de los clubes europeos de mediana o baja tabla en las principales cinco ligas del mundo, es cierto que los costos hacen que los equipos de la liga se vayan fortaleciendo económicamente, la competencia se torne equilibrada y la atención sea una constante. Es claro que en los últimos diez años la MLS se ha convertido en una empresa atractiva en el continente y seguramente que en diez más estará siendo puerto de llegada para muchos buenos jugadores que, por encima de cualquier cosa, solo quieren asegurar su futuro económico en una carrera que no dura mucho tiempo.
