PRIMERO FUE EL FUTBOL QUE LEO MESSI

Por: Jairo A. Castrillón

Transcurrían seis minutos de la parte complementaria y Orlando City seguía empeñado en darlo todo y no regalar nada para avanzar a la siguiente fase de la Leagues Cup. En ese instante, sale un pase filtrado del joven Benjamín Cremaschi buscando acoplarlo con la diagonal dibujada por Josef Martínez quien recibía la marca del brasileño Antonio Carlos. El venezolano se lanza al piso como si hubiera sido derribado por el zaguero, y el nefasto central salvadoreño, Iván Arcides Barton, sanciona un penal que nunca existió. Nunca, pero nunca, hubo contacto directo entre ambos jugadores, más allá de un ligero roce derivado del movimiento y la inercia de la jugada. Pero no valió reclamar, protestar y tildar al central de “loco” (como lo hizo el carioca quien recibió tarjeta amarilla por esto), porque el petulante juez se mantuvo en el error y el VAR, al confirmar en secreto lo innegable (y lo que un par de imágines corroboraron), guardó silencio, nunca dijo nada y en ese momento, justo en ese, donde al parecer importa más el dinero, la inversión y los costos, que la esencia de competir, la pregunta es qué fue primero ¿el fútbol o Leo Messi?

La pregunta es oportuna y requiere de respuesta inmediata, porque si la intención es darle a Inter la posibilidad de coronar la prueba, ¿para qué los otros partidos? Si el propósito es favorecer al “diamante argentino”, porque a su lado las cifras se aumentan escandalosamente, ¿para qué la final de la US Cup ante Cincinnati? ¿Para recoger dinero y seguir rompiendo índices de audiencia? Tal vez no sea así, pero ante garrafales errores la premeditación pareciera avistarse en el horizonte de la malicia y la conspiración.  

Ojo señores de la MLS y las firmas comerciales que abalaron y participaron de la firma del GOAT. Hoy estamos rayando en la exageración y parece que la MLS hubiera quedado pequeña ante la imagen de Messi. Están rendidos a sus pies y no despiertan a la realidad. Es el mejor, no hay duda. Mueve montañas de gente, cierto, pero la liga ya existía antes de su llegada y la rivalidad era entretenida y sana. ¿O ahora qué? ¿Nos tocará rogar para que a punta de pito y decisiones controversiales NO lo impulsen a lugares donde solo el interés tiene asidero y la imaginación poco concibe? Porque en lo deportivo, cuando inicie la liga el próximo 20 de agosto, es casi un hecho que Miami debe ganar 10 de los 12 partidos que le quedan para poder pensar en una postemporada y pocos pensábamos que fuera posible, pero con lo visto la noche anterior los interrogantes nos gritan.

Es evidente que el equipo y su actitud mejora, así como es posible que cualquier cosa ocurra ya que las grandes gestas nacen con los grandes hombres, pero todo dentro del desarrollo normal y ojalá alejados, pero bien lejos, de las decisiones amañadas y la trampa. Por algo hemos ponderado la transparencia y, hasta cierto puntos, la inocencia de una liga distinta porque aquí se montó un espectáculo para todos, al cual le falta alcurnia si lo deportivo y la competitividad son alejadas del núcleo central. De esa columna vertebral que sostiene todo y que es hoy, tristemente, la realidad de un deporte humilde que se ha vestido con el orgullo y la petulancia del ser humano junto a las gruesas sumas de dinero que este genera por su globalización total.

La página de la MLS pareciera un web personal del argentino. Las principales fotos son para él; qué hace o hizo y dónde está son noticias constantes. Hay videos y notas exclusivas para él, como si los demás artistas de la misma carpa no existieran. Las cámaras lo siguen a todas partes desde que baja del bus sea para entrenar o jugar y si quiere, se puede inscribir para las novedades del momento.

Se fue Zelarayán a jugar con los árabes y por ahí escasamente hubo una breve reseña. Si no hubiera sido por el momento actual, estoy seguro de que la decisión de Lucas hubiera estado en boca de todos y convertido en la gran noticia, así como la llegada de Diego Rossi para ocupar su puesto o el paso de Fagundez de Austin al Galaxy, porque han sido jugadores importantes, pero al parecer estamos viviendo una catarsis extrema ante la llegada de un ídolo que va difuminando, de paso, los recuerdos de un ayer muy cercano. Todo lo demás, hoy, luce pequeño, sin peso y sin brillo.

Hubo más partidos del torneo que se han inventado y los mismos están enmarcados en pequeños recuadros y titulares tacaños cuando se buscan las reseñas de estos. Nada vale, todo es secundario porque prima lo que pase con Leo y nada más. Inclusive sus socios europeos y un Martínez renovado, tienen poca trascendencia, no pesan mucho, como si lo hecho por Taylor y Josef ante los Leones púrpura no hubiera sido clave para ver al Diez definir dos magníficos goles que llegaron desde lo colectivo y al parecer solo brillan por lo individual. Se enaltece la definición elegante y refinada de Messi, pero el primer centro de Taylor es un poema y la renuncia de Martínez por habilitar a Leo, toda una postal al sacrificio.

No niego que es un honor tenerlo en la liga, que es un virtuoso y que su capacidad es manifiesta, lo cual agrada cuando se entiende que de verdad vino a competir y no de paseo, pero su trabajo se compensa con millones, no es gratuito como para que se nos olvide. Por eso destaco lo hecho por el charrúa César Araújo y el peruano Wilder Cartagena, quienes por primera vez incomodaron al Diez. Un Diez que se fue con su primera amarilla y se libró de la roja porque el fatídico arbitro así lo quiso, pisoteando de manera brutal un reglamento que no debe sucumbir a la admiración ni el compadrazgo.

¿Desde cuándo (porque lo escuché en la transmisión), es prohibido o en qué parte del reglamento se estipula que un central debe sacar las tarjetas solo cuando se ha jugado cierto tiempo y no al minuto si la acción amerita sanción? Messi fue bien amonestados y tuvo otro par de acciones que debieron generar una segunda amarilla, y por ende su salida del campo, pero no sucedió porque sería imposible pensar en ir a Texas anunciando que el argentino no va a jugar, lo cual rebosa la paciencia así todos se callen.

Miami le ganó a Orlando y siguió en competencia, pero un claro error del réferi acabó con los planes y las ilusiones de un Orlando City que fue, de lejos, el mejor rival que ha enfrentado el renovado equipo de la Capital del Sol. Un conjunto que tiene gruesos retoques, que está animado por la guía y la inspiración de Leo Messi desde lo deportivo, y al parecer con la bendición de un sentimiento extraño que deja la impotencia de pensar que la ética siempre cae de rodillas ante la imponencia del dinero. Por eso recordaré siempre que primero fue el fútbol que Leonel Messi, para enteder que dentro de una cancha, mientra no existan otros intereses, todos merecen respeto y deben tener las mismas opciones.

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