Fueron grandes ídolos en su mejor momento; adorados y quizás odiados por una u otra razón. Con el paso del tiempo se convirtieron en leyendas de un deporte que los lanzó a la fama y de una fama que los embriagó y en algunos casos sepultó. Héroes deportivos de carne y hueso que tuvieron que luchar contra sus propios fantasmas o tal vez los fantasmas sociales del momento histórico que les perteneció. Lo único claro es que sus vidas, cuando se descubren, se tornan enredadas y complicadas, angustiantes y asfixiantes por momentos, tal y como lo revela el periodista colombiano Jairo Giraldo en su más reciente libro “La Puerta Falsa de los Héroes”.
Después de muchos años de recorrido por distintos escenarios deportivos, Giraldo, según relata, se encontró con una información que poco a poco se acumulaba en su libreta de apuntes. Datos concretos y particulares que, después de 10 años, le dieron vida a su tercer libro el cual, dentro de la línea deportiva, resulta sumamente nutrido e interesante no solo por la calidad del relato, sino por los personajes que desarrolla, la manera como los perfila durante su vida personal y deportiva, así como la excelente estadística que refuerza el contenido global de hombres y mujeres signados para ser grandes e inmortales, pero sin la capacidad de asimilar la fama y el efecto tóxico del dinero.
Por eso, desde este rincón, queremos darle las gracias al escritor por haber atendido nuestras inquietudes, y de paso recomendarle a los lectores finos, a esos que les gustan las historias reales, con personajes míticos y llenos de conflictos, urgencias y necesidades, especialmente en materia deportiva, para que pongan en su lista el nuevo título del periodista caldense quien siempre se ha caracterizado por el excelente olfato noticioso, una ágil y entretenida pluma, y su destacado profesionalimos en una carrera tan dilatada como nutrida de reconocimientos.
¿La raza, el origen, la disciplina deportiva en la que se destacaron y el entorno cultural en el que se formaron y desenvolvieron son ingredientes claves que juegan un papel importante a la hora de que los atletas se encuentran con esa puerta falsa que algunas veces es circunstancial y otras tentadora?
“Creo que la condición social es lo más prevalente. Los atletas de cualquier nivel suelen nacer en familias muy pobres y con pocas oportunidades de educación y desarrollo en temas básicos de su propia condición humana. Eso los marca y por eso lo característico en estas historias es que el estrellato en lo deportivo y aún en lo económico no significa algo de encumbramiento en el ámbito social y cultural. Creo que allí se dan los primeros pasos hacia la puerta equivocada”.
Mané Garrincha (QEPD), Antonio Cervantes “Kid” Pambelé, Alexis Arguello (QEPD), Marco Pantani (QEPD), Carlos Monzón (QEPD) entre otros, fueron ídolos grandes y controversiales, pero ¿el deporte moderno también aporta esos personajes que han equivocado su salida o que transitan por allí?
“Los personajes prototípicos que van de la gloria al arroyo no son puntualmente de una época, de una raza o de un país o región específico. El impulso mediático y los millones (en sumas de escándalo) que presiden el deporte superprofesional son una fábrica de juguetes rotos. Paul Gascoigne, Adriano Leite, Mike Tyson, Alan Iverson, etc lo describen sin duda”.
¿Por qué escribimos, porque seguimos aferrados a la idea de que la gente todavía quiere leer, cuando los estudios revelan que la tendencia es menor, pese a que entiendo que usted cree lo contrario?
“Creo que la gente lee más que en cualquier época, pero lo hace con un criterio selectivo lamentable. La cultura informativa de este tiempo es más de mirar que de leer textos elaborados, pero eso es algo contra lo que se puede luchar.
También creo que nunca, como en esta época, se publicaron tantos títulos y escribimos esos libros porque la gente los quiere, sin duda. Otra cosa es que cada vez vemos menos librerías y eso obliga a una reflexión en el sentido de que se cambió el mensajero (la tienda) … no se cambió el mensaje (el libro). Pasa como en el periodismo… los diarios y las revistas siguen vigentes, pero ya en las tabletas y en las pantallas y cada vez menos en el quiosco de la esquina. Esto genera un gran debate que promete unas conclusiones cruciales para la labor de los escritores, los comunicadores y para el negocio mismo”.
El libro es de aquellos que no tiene un capítulo inicial. Puedes iniciarlo en cualquier personaje que te interese y desarrollar la lectura de manera completa. ¿Hubo alguna razón por la que eligió el orden de escritura?
“Debo decir que las historias las escribí en un orden muy distinto al que se publicaron, aunque esto no quita ni pone algo. Se publicaron de esa manera por recomendación de la casa editorial. Era un “puzle” en el que mirábamos que todos no fueran boxeadores, ni todos negros, ni todos latinos, ni todos hombres. Lucía atractivo empezar con una mujer, negra, además neoyorquina… destacada en un deporte no masivo. Eso sugería un mejor ‘punch’ para efectos de mercadeo y afortunadamente funcionó bien”.
El libro, teniendo un alto contenido deportivo nutrido de estadísticas y capítulos con fechas propias, para referencia, se ve más enfocado en resaltar las luchas personales de sus protagonistas. ¿Lo concibió así o se fue encontrando con estas historias en la medida que desarrollaba el escrito?
“Siempre me interesó mostrar la contracara de esa realidad. Está claro que detrás de las luces y la cosmética que deslumbra en el mundo de las estrellas hay un elemento humano vulnerable. De esa fragilidad surgen todos los viceversas de índole personal que llenan el libro.
Lo de los recursos estadísticos y citas puntuales son recursos que ya tienes en el oficio y ayudan mucho a cuidar las forma”.
¿Hay diez personajes más, como para pensar en una segunda edición?
“Lamentablemente hay mucho más que otros diez personajes. De hecho, cuando elegimos los diez que están en “La Puerta Falsa de los Héroes” quedaron en sala de espera: René Houseman, Bobby Fischer, George Best, Lou Gehrig, ‘Mantequilla’ Nápoles, etc. Lo que creo es que hay que esperar al menos un par de años para ampliar el nicho del primer libro y entonces sí pensaríamos en el segundo”.
¿Usted es colombiano, le parece que hay material suficiente en su país para centrarse con este tipo de historias?
“Vuelvo a decir que de manera lamentable en pasado y presente nuestros héroes deportivos casi siempre son olvidados. Te asomas a los grandes titulares de treinta años atrás y la realidad es apabullante. Sí, creo que en el deporte de Colombia hay ese puñado de historias para intentar reivindicar a los héroes caídos”.
¿Por dónde lo encuentran los lectores, aquellas personas que todavía disfrutan, el periodismo deportivo?
“Me encuentran en El Diario de Nueva York, en La Opinión de Los Ángeles y en todo el sistema digital Impremedia. A nivel de social media en el Face Book Live de El Diario todas las tardes hago un programa llamado TIEMPO EXTRA donde ponemos en la mesa tres temas puntuales y debatimos una pregunta con las respuestas del público”.
Para cerrar, después de concluido el libro, ¿encontró algo común entre todos los personajes, un algo que los impulsara al fracaso o a tomar las decisiones equivocadas?
“La exclusión social es el punto de partida para tener una infancia difícil y una adolescencia sin oportunidades porque genera unas bases muy frágiles para sostener el personaje que habita luego dentro de un deportista de éxito y fortuna”.