La División Oeste de la MLS ha estado dominada mayormente por Seattle Sounders. Los “ruidosos”, contrario a lo que pasa en la División Oeste, donde Nueva Inglaterra no ha cedido el primer puesto en ningún momento, ha tenido que entregar el liderato de la zona en algunas fechas a Sporting Kansas City, su más enconado perseguidor, pero la intención es mantenerse comandando para evadir la primera ronda de la postemporada y esperar a cualquiera de los clasificados en el Lumen Field, su casa, el cual asegura lleno total desde ya para apoyar a su equipo como lo han hecho sus aficionados a lo largo del año (segundo mejor equipo con promedio de asistencia de toda la liga después de Atlanta United).
Seattle tiene al técnico Brian Schmetzer pensando de nuevo en el título, como lo consiguió en 2019 cuando llegó a los playoffs en el segundo puesto de la división (detrás de SKC). El estratega, fruto de la tierra, pero de raíces alemanas, recogió el trabajo hecho por el desaparecido técnico alemán Sigi Schmid (falleció en 2018), quien le entregó a su asistente en el 2016 el puesto que ostentaba desde 2009, saliendo campeón esa temporada. Desde entonces el interino se volvió un hombre respetado y al que le creen dentro del club. Esta semana ya advirtió que todos los equipos deben preocuparse por enfrentarlos después de que termine el calendario regular, cualquiera sea el rival de turno.
Schmetzer tiene una filosofía de juego variada. Está acostumbrado a planear los partidos de acuerdo con el rival y por lo general le apunta a una propuesta alegre, ofensiva y con una presión constante en el tercio alto. Sin embargo, cuando pelea por algo en específico, donde las opciones son reducidas y perder no es una alternativa, puede reducir sus conceptos a un libreto frío y calculador en procura de la meta, así el brillo de su juego se quede en los congeladores. Por eso no es atrevido decir que Seattle es uno de los equipos más tácticos de la liga.
Durante la presente temporada el equipo ha tenido que enfrentar lesiones y recortes obligados en la nómina (por llamado de los jugadores internacionales), lo que ha obligado a tomar variantes que, inclusive, apuntaron a préstamos de elementos de las divisiones menores con contratos por dos partidos. Sin embargo, pese a las vicisitudes, la plantilla se comportó a la altura y encontró en la experiencia de los jugadores un elemento que favoreció la campaña.
Uno de los elementos que más se extrañó, pese a que pudo jugar algunos partidos, fue el uruguayo, Nicolás Lodeiro, quien nunca pudo recuperarse de su lesión de rodilla (derecha) y tuvo que ser sometido a un segundo procedimiento para intentar sanar la molestia. El charrúa fue, hasta el momento que estuvo en un buen nivel la temporada anterior, uno de los jugadores que marcaba la diferencia en materia ofensiva. Junto a Lodeiro se nota la ausencia del extremo izquierdo Jordan Morris que también paso por el quirófano debido a una lesión de ligamento cruzado.
En el fondo el equipo ha tenido una base regular. Sin embargo, en la portería fue donde se presentaron los primeros correctivos. El arquero inicial era Stefan Cleveland quien estuvo desde el arranque en los primeros 15 juegos, pero algunas actuaciones opacas le dieron la posibilidad al veterano Stefan Frei de mostrar sus condiciones, siendo inicialista en 14 compromisos. Otro veterano, procedente de Cincinnati, es Spencer Richie quien vio acción en dos partidos, siendo por demás destacadas sus actuaciones (es el tercer arquero). Ahora bien, en un puesto tan neurálgico, Schmetzer le apunta a la experiencia y regularidad de Frei quien, con un 77% de efectividad, supera el 63% de Cleveland.
Delante del arquero por lo general se hace una línea de tres donde se combinan el colombiano Yeimar Andrade por derecha, el ecuatoriano Xavier Arreaga, sólido en el centro, y el francés Cissoko por la izquierda. Pese a que el galo es el más joven de todos los defensores (21), su rapidez y claridad le han permitido afianzarse en una posición tan neurálgica.
En el sector medular hay dos extremos que son Kelin Rowe por derecha y otro colombiano, Jimmy Medranda, quien va por el sector opuesto. Por el interior se mueve un veterano como Joao Paulo del Brasil (muchos lo ven como MVP de la temporada), quien siempre está rodeando con su veteranía a Joshua Atencio o Dany Leyva. Estos dos chicos, nacidos en Estados Unidos (19 y 18 años respectivamente), son demasiado jóvenes, pero con sobrada capacidad para ejercer y enaltecer el puesto de marca fijo, pues Joao es un volante mixto.
Un enganche, que no propiamente lo es por su capacidad para generar, pero por la facilidad que tiene para asociarse, es el salvadoreño Cristian Roldán. El volante no solo ha sido pieza clave en la zona media, sino que se ganó la posibilidad de vestirse con la camiseta de la selección norteamericana por su buen rendimiento. Cuando Roldán no puede arrancar, su reemplazo ideal es el francés Nicolás Benezet, aunque es claro que cuando la finalidad del equipo es tener mayor posesión de pelota, por lo general se sacrifica un hombre en ofensiva y se le permite al galo asociarse con el centroamericano.
En el frente de ataque solo hay un hombre fijo como lo es el peruano Raúl Ruídiaz cuando no está lesionado o atendiendo llamados de su selección, y detrás de él se mueve el también colombiano Fredy Montero el cual está quemando sus últimos cartuchos antes de que llegue el retiro, pero quiere hacerlo ante un afición que lo adora y respeta por su aporte en los mejores momentos.
Cuando Ruídiaz no puede ser de la partida, aparece en escena el norteamericano Will Bruin quien también entiende la misión y la responsabilidad.
Seattle no es un equipo joven, todo lo contrario. Salvo contadas posiciones, el grueso del equipo esta conformado por elementos veteranos y de experiencia que comulgan entre los 29 y 35 años, lo que hace suponer que ya se avecina un proceso de recambio obligado. Por el momento, el representante del estado de Washington se mantiene como uno de los favoritos para campeonar y nadie puede dudar sus opciones toda vez que desde que llegó a la rama profesional en el 2009, este club se ha convertido en uno de los animadores de las series de postemporada, aparte de sus dos títulos de liga y el reciente trofeo de Campeones de Liga que obtuvo contra Cruz Azul de México, lo que confirma que no solo tiene las herramientas sino la mentalidad de seguir añadiendo trofeos a su vitrina.