
Si a 2022 le restamos 1996 (año en que empezó la MLS), el resultado final es 26. Es decir que, si no me estuviera volviendo loco, seguramente estaría celebrando el arranque de la temporada 26 del circuito mayor, pero cuando sumo los campeones históricos veo que NYCFC se convirtió, el año pasado (número impar), en el monarca 26 (número par). Pero como ese no es el asunto de esta nota, porque no quiero agotar una de las pocas neuronas que tengo y me cuesta entender algo que tal vez es muy sencillo para todos ustedes, vamos con los más destacado de la primera fecha de nuestro torneo.
Estuve atento a las reacciones y los comentarios en la apertura, pero he leído poco o nada sobre la primera impresión. Me parece atrevido pronosticar en la previa, cuando todo lo imaginable es posible, ajustándome a la línea de ver para luego comentar.
Sigue siendo importante el promedio de gol de la MLS (2,5 por partido), como también es agradable conocer la reducida posibilidad de ver un duelo sin anotaciones, la cual es del 14% (solo dos compromisos terminaron en ceros), y la gente, pese al frío en muchas regiones, es el verdadero espectáculo del evento. En las graderías, donde hubo temperaturas muy bajas, se acumuló un total de 326003 aficionados que pagaron en promedio 10 millones de dólares en taquilla.
En Atlanta la parcialidad del United no se escondió, todo lo contrario. Sigue siendo, de lejos, la mejor de todas, la que siempre está presente. Al imponente Mercedez Benz asistieron 67523 aficionados, como si la ausencia del deporte los hubiera estado devorando durante las semanas de receso. Para rematar esa bella jornada, su equipo jugó con clase, bien parado, constante en ofensiva y mucha dinámica en su estructura táctica, con pinta de campeón.
En el Subaru Park se registró el primer gol del joven torneo en los botines de finlandés Robin Lod. Marcó al minuto 23 del duelo que su equipo, Minnesota, de visitante, jugaba con Filadelfia y se apuntó en la lista de goleadores.
Hablando de esa lista de goleadores, el que arrancó con pie derecho fue el mexicano Carlos Vela. El estelar delantero del FC se jugó un buen partido contra un Colorado de poco brillo, como quiera que fuera el mejor de la división el año pasado y es, de paso, el único de los clasificados a la Conca Champions que ya está despedido.
Lo de Vela es muy bueno, no por los tres goles, sino porque cuando le da la gana y las lesiones se lo permiten, es un jugador de otra galaxia. El problema es esa montaña rusa en la que siempre transita su parte anímica. Igual, ojalá se mantenga y pueda renovar en el verano con la liga, sin olvidar que tiene un cuadro de lesiones para considerar a la hora de firmar el cheque.

En Ohio, el cuadro canario también despuntó con una victoria sólida sobre Vancouver. No fue lo abultado del marcador lo que anima a los aficionados, sino una propuesta alegre con un Lucas Zelarayán que cada vez se muestra más y el crecimiento del español Miguel Berry. Este es un chico joven, de apenas 24 años que arrancó con el equipo la temporada anterior y es un producto deportivo americano con genes catalanes.
Hablando de jóvenes, durante la semana se ha especulado con la posible llegada en julio del italiano Domenico Criscito. A pesar de que se hablan bellezas del central, lo único claro es que ya tiene 35 años y no estamos hablando de Ronaldo o Messi a quienes podríamos aceptar como embajadores publicitarios y no porque la liga necesite más este tipo de veteranos.
Siempre he defendido, desde que el nivel de juego creció y la exigencia física se duplicó, que la MLS ya no puede darse el gusto de contratar elementos que tengan más de 32 o 33 años. Por eso es que algunos absurdos siguen pensando en ella como un cementerio. Le ponen más atención a estos veteranos, que al promedio de edad real de los clubes que ronda entre 24 y 26 años.
El caso del Insigne (a Toronto), o el mexicano Héctor Herrera (a Dallas FC), están dentro de ese paréntesis de aceptabilidad. El defensor italiano es figura de la selección de su país, sigue vigente y tiene dos o tres temporadas más antes de que el cuerpo le haga cualquier reclamo. Herrera, por su parte, no solo es el capitán de la selección azteca, sino un elemento de mucha capacidad a sus 31 años.
Cambiando de página, la fecha también arrojó el nombre de Jake Nerwinski, defensor central canadiense, como el primer expulsado del año, y dejó un par de partidos sumamente interesantes después de la nítida derrota de Sporting KC ante Atlanta.
En Los Ángeles, el Galaxy tuvo un duelo muy apretado y reñido con el monarca defensor. NYCFC no solo quedó helado cuando Javier Hernández les robó la victoria en la agonía del partido, sino que reafirmó, pese a perder, que el arranque de la temporada es bueno en todos los aspectos. Tiene una nómina que rinde, no se arruga y lo deja todo en la cancha. El cuadro de Robin Deila se prepara para repetir la gloria o por lo menos eso ha mostrado en sus primeros tres partidos de la temporada.

El otro compromiso, que sorprendió, fue la caída de local de Seattle frente a Nashville. Sobre el papel, muchos expertos le apuntan a Sounders como uno de los máximos favoritos este año y de allí el sacudón que produjo el revés. Sin embargo, para ser precisos, lo de Nashville no debe sorprender a nadie. Desde hace mucho tiempo sabemos que es uno de los equipos más sólidos línea por línea y que su técnico, Gary Smith, le apuesta a una férrea defensa y un contra ataque letal. Tácticamente uno de los mejores.
También me veo obligado a mencionar el ambiente y el resultado que se dio en “Cajita Verde” (el bello estadio Q2 de Austin), donde los dirigidos por Josh Wolf no solo disfrutaron con un aforo total (desde que inauguraron el estadio han tenido cupo completo) sino que alegraron la jornada con cinco goles que acrecentaron esa imagen que tiene Cincinnati de ser el peor equipo de todos los participantes y el cual no logra evitar ser el más goleado en cualquier cancha donde se pare.
Es cierto que el onceno de Ohio tiene una afición incondicional, que no les falta vergüenza para pelear cada balón, pero ya es hora de que algún técnico asuma las consecuencias de una extensa hilera de penosos resultados. Por esta misma razón se tuvo que ir el holandés Japp Stam el año anterior y la crisis se acrecentó con el trabajo de un interino como el jamaiquino Tyrone Marshall quien tampoco pudo hacer nada para evitar la vergüenza. Sin embargo, cuando llega un hombre nuevo como Pat Noonan, quien tiene recorrido en las menores y apenas se prueba en el circuito mayor, un cinco por cero no es la mejor tarjeta de presentación.
En la capital del país un irregular DC United sacó los tres puntos con igual número de goles ante Charlotte FC que, salvo LAFC en 2018, mantiene la constante en la liga de que todos los equipos que debutan desde 2016 no pueden ganar en su primer partido.
Al final el equipo el español Miguel Ángel Ramírez salió con la frente en alto pues vendieron cara la derrota con un grupo que necesita mejorar muchas cosas si quiere llegar lejos, y con un técnico conmovido por unos pocos aficionados que los acompañaron en las tribunas del Audi Field, los cuales no se movieron de allí hasta que se cansaron de aplaudirlos (cosas que no se ven en otras canchas del mundo). Además, para rematar, su goleador estrella, el polaco Karol Swiderski, sigue en su país esperando a que le resuelvan todo lo relacionado a su visa.
En Miami el Inter de esta ciudad, más rosadito que nunca, despegó su tercera temporada con muy poco brillo. El cuadro de Phil Neville continúa siendo un conjunto con principios tácticos muy defensivos y con poca soltura de la mitad en adelante. Al frente se midió con otro equipo que busca un norte promisorio y que ahora, bajo el mando de Ezra Hendrickson, le apunta a un mayor trabajo en la recuperación, así tampoco diera puntadas de tener cosas impresionantes en ataque.
En el PayPal Park de San José, más de 16 mil aficionados recibieron el primer bofetón de locales. El combinado de Matías Almeyda nunca pudo superar a los Toros Rojos de New Jersey. Por momentos fueron los dueños del balón, pero es tan lenta esta propuesta, que Red Bull le sacó los tres puntos siendo contundente y preciso con el balón. De no haber sido por la imprecisión al definir del visitante y un arquero que como se equivocó en el segundo gol, también evito varios más, lo del resultado tres por uno hubiera sido solo la cuota inicial.
Almeyda, quien al parecer tiene muchas ofertas de afuera, pero también le gustaría renovar con su actual equipo, ahora que termina el contrato, no ha podido encontrar una ruta que lo ubique en el sendero del éxito. Aquí, al parecer, no tienen mayor brillo los técnicos que esperan plantillas de lujo, donde cualquiera va en coche, y no con grupos humanos de buenos jugadores que necesitan seguir creciendo en lo táctico, técnico y colectivo.
Portland y Timbers también se jugaron un partido brutal, y al final empataron en una noche helada, pasada por mucha agua y con un arbitraje fatal. Claro que no es raro que los árbitros cometan estupideces en esta liga que les está quedando grande a muchos de ellos. Aquí ya los jugadores están empezando a enredarles los partidos con la popular “boquilla” o simplemente se equivocan una y otra vez sin que el VAR sea su mejor aliado.
Hubo muchos goles, bonitos, de clase y otros con un nivel de exigencia alto. Lo mejor de todo es que la MLS ya está de regreso y de nuevo la pasión y la alegría nos embarga a quienes la disfrutamos a plenitud desde cada uno de los estadios.