¿Necesita la MLS a Leo Messi?

En 2007 arribó a la MLS un jugador llamado David Beckham. Contra todos los pronósticos el inglés se decidió por una liga en pañales y empezando a gatear, en vez de seguir como una gran vedette del Real Madrid al lado de Figo, Ronaldo, Zidane etc. Lo mejor de todo, porque de esto se trata el negocio, es que llegó con apenas 31 años y un contrato por cinco temporadas, lo cual terminó por confundir a muchos entendidos en este complicado mercado de los jugadores, especialmente cuando el rumor era que el “galáctico” recibía 20 millones por temporada, y en la MLS “escasamente” pellizcaría 6.5 millones.

Lo que también se dijo, es que más allá del grueso cheque (que para muchos no lo era), Beckham había firmado una cláusula donde podía, de hacerse efectiva, comprar una franquicia dentro de la liga por 25 millones de dólares (las fichas eran baratas en aquella época), incluyendo algunos “pequeños” ingresos residuales por consumo de cerveza en el estadio, así como el apoyo de firmas comerciales solicitando su imagen para un sinfín de promociones. Al final, sin que nadie lo vislumbrara, el volante ofensivo se metió en el bolsillo la no despreciable cifra de 250 millones durante la validez del contrato, es decir 50 millones anuales que lo situaron como el mejor pagado del mundo sin tener que romperse el trasero de manera tan exigente como en las “grandes ligas”. Eso sí, repito, tenía 31 años.

Medir el impacto del “fenómeno Beckham” en la MLS tiene opiniones divididas. Para unos marca la línea para un antes y un después, mientras que para otros no pasó nada: ni en lo deportivo y mucho menos en la imagen de la liga.

Mas allá de las opiniones, es innegable que el impacto de Beckham fue, de alguna manera, poner a la MLS en el menú de la televisión que es, al final, la dueña del fútbol en el mundo.

El aporte del estelar jugador, con su imagen sexy, no lo pueden igualar con aquel momento histórico cuando Pelé, por allá en el 74, llega para jugar en la NASL, pues el astro brasileño aterrizó, en compañía de otros renombrados jugadores, para recibir cifras escandalosas de dinero en espera de que el fútbol (por obra y gracia) pudiera despertar interés entre la afición, triunfando la ingenuidad porque a la televisión poco o nada le llamaba la atención este deporte. Si los aficionados tenían otras preferencias ¿para qué invertir dinero y esfuerzos en un espectáculo que muy pocos querían ver o entender? Partidos que sencillamente no alcanzaban a competirle a la sintonía del Llanero Solitario. Por eso las múltiples ilusiones y promesas de los 70’s se diluyeron en 1984 cuando la NASL se acabó por falta de planeación, inversionistas, publicidad y medios de difusión.

La antesala de esta nota se da porque a finales de la semana, el diario digital El Atlético, un órgano que respeto mucho (lástima que no tenga nada en español), publicó una extensa nota realizada al comisionado de la MLS, Don Garber, en la cual tocó varios temas y dejó servida en la mesa otra cantidad para debatir.

Garber habló de Leo Messi y la posibilidad de que la liga tenga algunas concesiones especiales a la hora de abrirse una autopista que permita la llegada del astro argentino y más exactamente a Inter Miami. El comisionado definió al gaucho como “el jugador más especial en la historia del fútbol”.

Sin embargo, pese a las gratificantes declaraciones que ilusionan a muchos en la MLS, es bueno resaltar que Leo no es Beckham, por supuesto, y que tiene 36 años y no 31 como para pensar en otros cientos de millones de dólares por un par de años de servicio, imagen o publicidad.

Messi es un deportista que lo ha ganado todo, un fuera de serie espectacular, con magia y mediáticamente figurón indiscutible, pero tiene 36 años, repito, y lo que le queda ya no tiene la misma calidad, sin robarle nada de lo que le ha aportado a la grandeza del balompié mundial, incluyendo su más reciente Mundial. Pero aquel evento era su último desafío, su paso a la gloria, su consagración entre los más grandes, y es probable que ya pocas cosas lo incentiven como para romperse en una cancha.

Lo dicho por el comisionado es una aviso de que la MLS se podría acomodar a muchas cosas si de verdad el argentino quiere cerrar su ciclo deportivo en E.E.U.U, donde su familia se siente muy cómoda. Cerrar su ciclo significa no más competiciones de primer nivel como las principales ligas europeas o la Champions que, por lo general, son las que determinan aquellos jugadores que ganan trofeos y reconocimientos individuales a nivel mundial.

Crear una “figura especial” para que Messi reciba una oferta apetecible, entre las muchas que le están haciendo, especialmente desde el futbol árabe, donde con Cristiano Ronaldo no pasa nada, para que no se nos olvide, es tal vez la confirmación de un interés por adquirir al diez argentino. Pero de allí a que el astro quiera cristalizar esta ilusión, hay una distancia que pocos pueden medir como para afirmar las probabilidades reales.

Beckham, en 2007, era un “enganche” para los medios del mundo con apenas 31 años, repito, y con un amplio mercado en Europa, si este hubiera sido el caso, sorprendiendo a propios y extraños al preferir la MLS tras ver, en la oferta, “co$as” que le aseguraban el presente a un jugador que ya pensaba en el futuro, la inversión y los negocios, según se desprende de lo revelado por Garber. Esto llamó la atención a muchos, tras el silencio obligado que cubre estas negociaciones, pues Beckham no solo recibió la oferta de fundar un club y ya. También tuvo que jugársela con el riesgo agregado de unas probabilidades que estaban en el papel, en la mente y en los cálculos pero nada más. El inglés le apostó a las consideraciones y proyecciones de la liga después de concluir los 5 años de contrato, y más allá de la ficha, cumpliéndose las metas, debía asumir responsabilidades como la de construir un estadio y buscar una sede distinta a NYC. No fueron solamente los 25 millones, sino que el astro británico se la jugó por una empresa, se asoció con gente financieramente sólida y hoy es la imagen de un club donde tiene un capital importante aunque no es la voz principal.

Por eso, a este punto, debo preguntar ¿a qué se comprometerá Messi si decide cerrar su carrera en la MLS, más allá del dinero, los logros, el palmarés y lo que representa para la historia de este deporte? Él ya tiene 36 años cumplidos, repito, y no es, por más que lo quieran hacer parecer, el jugador que era 10 años atrás. ¡Ya no lo es!

Por eso, superando el impacto comercial y el interés que pueda reclamar Messi (que es una de las ideas promocionales de la liga), al igual que la llegada de Beckham en 2007, en este caso, y a esta altura del partido, se debe medir cada dólar invertido en los resultados manifiestos de la inversión.

Leo ya está de salida en un par de años más (quizás), pero ya está de salida y nadie puede decir lo contrario. Su carrera ya no se mide en lustros, sino en meses, y este pequeñísimo detalle parece que a muchos se les olvida. Por eso un contrato con el PSG no es cosa fácil, ni mucho menos, porque el mismo no sería de larga duración, mientras que a los árabes les sobra el dinero así con su liga no pase nada.

Por eso a Leo, si asume un reto serio, hay que pedirle que de el paso de una vez y no en un año o dos. Todavía tiene para ayudar a la MLS, pero aquí no va a llegar solamente a caminar y vivir de su nombre. Ya la historia está escrita porque es uno de los grandes, pero nos queda saber si quiere más dinero y gloria, o cierra pensando en un futuro comercial sólido y una familia feliz, porque después del Mundial ¿qué más tiene que ganar? Esto no es una falta de respeto para con un jugador maravilloso, ni más faltaba, es simplemente la visión clara del negocio por encima del romanticismo deportivo.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s